Macri furioso: "Desde que Santiago Caputo aprendió a usar el creador de imágenes del ChatGPT nos hace trampa"

ELECCIONES EN CABA, Mauricio Macri estalló. Pero no como en los viejos tiempos, cuando rompía micrófonos con promesas de cambio y abrazaba globos amarillos con ternura gerencial. No. Esta vez estalló como un tío al que le cambiaron el control remoto por una app: confundido, enojado y rodeado de gente más joven que él.

REAL POLITIK

Enviado Especial, Tomy Selastra

5/20/20252 min read

Macri furioso: "Desde que Santiago Caputo aprendió a usar el creador de imágenes del ChatGPT nos hace trampa"

Enviado Especial, Tomy Selastra

Mauricio Macri estalló. Pero no como en los viejos tiempos, cuando rompía micrófonos con promesas de cambio y abrazaba globos amarillos con ternura gerencial. No. Esta vez estalló como un tío al que le cambiaron el control remoto por una app: confundido, enojado y rodeado de gente más joven que él.

Según el propio expresidente, lo que ocurrió en las elecciones no fue una derrota. Fue un "intento de fraude digital". Las urnas estaban bien. El problema, aparentemente, fue Santiago Caputo y su obsesión con la inteligencia artificial.

“Desde que aprendió a usar el generador de imágenes del ChatGPT, nos hace trampa”, dijo Macri en una sobremesa post-derrota donde nadie tocó el flan.

Al parecer, Caputo —el primo menor, el gurú con menos carisma pero más teclas— habría reemplazado las boletas de JxC por afiches deepfake, memes 5D y emojis que inducían al voto libertario. El fraude ya no se hace con sobres rellenos: se hace con prompts.

“A mí me mandaron una imagen de Bullrich presidente y parecía real. Me la creí. Voté con esperanza. Pero era todo inteligencia artificial”, confesó un votante de Belgrano con lágrimas en los ojos y auriculares con cancelación de realidad.

Desde el entorno PRO circula la teoría de que Caputo logró alterar el algoritmo del electorado. Usó inteligencia artificial para reemplazar las emociones del votante medio por una mezcla de indignación estética y gifs de Milei abrazando perritos. Una jugada sucia, sí, pero efectiva.

En Palermo, una sede partidaria fue intervenida por militantes que denunciaron haber recibido imágenes falsas de Lospennato sonriendo. “Nos dimos cuenta de que era IA porque tenía brillo en los ojos”, dijo un dirigente entre sollozos.

Los expertos en tecnología política afirman que el nuevo fraude no requiere padrón trucho ni fiscales dormidos. Basta con generar contenido que parezca real, tenga buena iluminación, y no mencione inflación. Es el arte de la manipulación con tipografía moderna.

“Caputo no gana elecciones, las renderiza”, aseguró un analista de redes. “Los candidatos del PRO están peleando con volantes y él ya está en otra dimensión donde los votos se consiguen a fuerza de filtros y narrativas de 7 segundos.”

Mientras tanto, Macri sigue denunciando el golpe digital. Dicen que intentó ingresar a Midjourney para armar su contracampaña pero se olvidó la contraseña. Y que al ver su propio rostro en un meme editado con IA dijo: “Ese no soy yo. Ese tipo parece honesto.”

La guerra del futuro ya empezó. Y el PRO, que alguna vez fue sinónimo de marketing político, hoy está pidiendo ayuda para abrir un JPG. Caputo, mientras tanto, sonríe desde la oscuridad, dibujando su revolución pixel por pixel.

Porque en el siglo XXI, el fraude no se imprime. Se genera.