Del peronismo sin Perón, del mileísmo sin Milei: Marra vuelve a juntar latas de atún
ELECCIONES EN CABA, No hubo milagro. Ni motosierra. Ni rebote libertario. Ramiro Marra, ex tuitero de la ira, ex youtuber financiero, ex candidato a todo y actual influencer de latas en oferta, quedó muy lejos de todo lo que no sea el margen. En las elecciones de este domingo en la Ciudad de Buenos Aires, el mileísmo sin Milei fue como el peronismo sin Perón: pura nostalgia, mucha gestualidad, y cero votos.
REAL POLITIK
Enviado Especial, Tomy Selastra
5/18/20252 min read


Del peronismo sin Perón, del mileísmo sin Milei: Marra vuelve a juntar latas de atún
Enviado Especial, Tomy Selastra
No hubo milagro. Ni motosierra. Ni rebote libertario. Ramiro Marra, ex tuitero de la ira, ex youtuber financiero, ex candidato a todo y actual influencer de latas en oferta, quedó muy lejos de todo lo que no sea el margen. En las elecciones de este domingo en la Ciudad de Buenos Aires, el mileísmo sin Milei fue como el peronismo sin Perón: pura nostalgia, mucha gestualidad, y cero votos.
Con un resultado más flaco que la prepaga del monotributo, Marra sacó un porcentaje tan bajo que ni siquiera alcanza para armar un vivo en TikTok sin comentarios agresivos. A esta hora, su bunker tiene menos movimiento que el INDEC un feriado. Javier Milei, que esta vez ni lo saludó por WhatsApp, está ocupado con sus propias internas, perros y recitales. Marra quedó al frente de una campaña solitaria, sin presupuesto, sin respaldo y con una logística que parecía armada con volunteers sacados de la bolsa de empleo de Bumeran. "Es difícil explicar la libertad cuando te están por cortar el gas", decía una boleta tirada en la esquina de Corrientes y Medrano.
Marra, que prometió gobernar la ciudad como si fuera una planilla de Google Sheets, terminó haciendo la cuenta final con lágrimas y fiambre paladini. Su discurso póstumo fue una mezcla de economía austríaca y excusas de torneo amateur: "Nos faltó comunicación, presencia territorial, votos, fiscalización, gente y plata. Pero lo demás estuvo perfecto."
Fuentes cercanas confirman que Marra ya está reorganizando su canal de YouTube con nuevas secciones como: "Cómo sobrevivir al fracaso político sin dejar de mirar Nasdaq", "Recetas libertarias: arroz con atún para cuatro semanas", y "Cómo armar un cv para volver al sector privado (si alguna vez estuviste)".
En los barrios de CABA, la reacción fue un mix de indiferencia, burla y memes. "Ese no era el que gritaba en contra de Aerolíneas y ahora no puede ni tomar un bondi porque no tiene saldo?", decía una señora mientras veía los resultados con una medialuna. El electorado porteño, sofisticado en su sadismo, eligió ignorarlo con elegancia. Nadie lo puteó en serio porque ya no daba ni para eso. Fue una desaparición silenciosa. Una cancelación por decantación.
Ramiro volvió a ser Ramiro. Sin Milei. Sin votos. Sin banca. Sin chances. Apenas un eco residual de lo que fue un momento histórico de likes, indignación y promesas de libertad. Ahora, queda el consuelo del influencer que vuelve a hablarle al celular desde su cocina, con un fondo de lata de atún, grafiquitos rojos y alguna frase tipo: "Lo importante no es perder... es perder con convicción liberal y buena iluminación LED."
Hasta la próxima, Ramirito.