📰 El Gobierno contrataría a la China Suárez para reiniciar el quilombo nacional: “Sin escándalos, la gente empieza a pensar y eso es peligrosísimo”

Desde la Casa Rosada reconocen en voz baja que la estabilidad emocional entre Wanda, Mauro y L-Gante ha generado un vacío de distracción masiva que el enfrentamiento con Lali Espósito ya no logra llenar. “Ya no sirve poner a Lali contra el campo, el Papa y los libertarios. La gente igual se pone a leer qué es el déficit cuasifiscal. Estamos perdiendo”, confesó un asesor con el brillo apagado en los ojos y un gráfico de inflación impreso en servilleta.

La hipótesis de trabajo es sencilla: sin escándalos que fagociten la atención pública, el ciudadano promedio empieza a preguntarse por qué el kilo de pan cuesta más que una entrada a un show de Daddy Yankee en Dubái. La realidad es intolerable, por eso se necesita volver al terreno del drama sentimental, los mensajes encriptados por Instagram y los vivos donde alguien llora mientras prepara un mate.

“La China tiene un don, una especie de GPS del quilombo. Donde hay paz, ella puede sembrar caos, tensión, likes y rating. Es justo lo que necesitamos para capear esta ola de pensamiento crítico que amenaza la gobernabilidad”, detalló una fuente del Ministerio de Evitación Pública. El plan sería reintroducirla en un triángulo amoroso con al menos dos figuras conocidas, una ex de un panelista y un cantante de cumbia con problemas legales. Todo debe parecer espontáneo, pero estar cuidadosamente guionado por el equipo de storytelling de la AFI.

Los rumores indican que se le ofreció un pago en “dólar Wanda”, una nueva divisa paralela basada en glamour, misterio y capacidad de absorber la atención de cinco portales por hora. A cambio, Suárez deberá garantizar mínimo dos semanas de especulación mediática, una pelea en vivo por televisión y un posteo pasivo-agresivo con frase de autoayuda y fondo blanco. Se barajaron otras alternativas, como reflotar a la Mole Moli o liberar los audios de Gianinna Maradona, pero ninguna generaba la profundidad necesaria para tapar el ajuste.

“El argentino necesita distraerse. No se puede vivir enfrentando la realidad todos los días. Eso es para países con instituciones fuertes o con series buenas en Netflix. Acá necesitamos un conflicto entre famosos que nos salve del abismo de pensar”, cerró un funcionario con tono entre resignado y esperanzado. La China, mientras tanto, publicó un video desde una terraza: se la ve pensativa, mirando el horizonte, con una frase que dejó todo más claro: “Donde hubo fuego, siempre puede haber pauta”.

📰 El Gobierno contrataría a la China Suárez para reiniciar el quilombo nacional: “Sin escándalos, la gente empieza a pensar y eso es peligrosísimo”

En un giro desesperado pero completamente verosímil, altos funcionarios del Gobierno estarían cerrando un acuerdo secreto con Eugenia “la China” Suárez para que vuelva a ejercer su rol natural de epicentro del escándalo nacional. La medida busca contener un fenómeno que alarma a la administración: la gente está empezando a prestarle atención a la política económica.